Nunca hay culpables, nunca responsables, simplemente muertos de los cuales nos olvidaremos, lamentablemente, prontamente.-
Nuevamente, luego de largos años, nos despertamos con una tragedia en un lugar de diversión de jovenes. Tendríamos que decir, que por suerte, sin el resultado catastrófico de lo que fue Cromañón.
A todos nos empieza a invadir como puede ser que de la locura, de la muerte no aprendemos nada. Lo peor, es que casi con seguridad hechos tràgicos como el acontecido ayer en Palermo volverán a suceder, con la única de defensa de la tragedia de turno no nos encuentre en el lugar donde sucede
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